Pan o cereales: importantes para tener la energía necesaria para afrontar tanto física como intelectualmente todas las actividades hasta la hora de comer.
Leche o derivados importantes por el calcio que nos aportan.
Fruta fresca: ya sea entera, en zumo, en macedonia o mezclada con yogur también debe estar presente cada mañana.
1. Vaso de leche + pastel zanahoria + pieza fruta (para la media mañana).
2. Pastel de queso rápido + pieza fruta (para la media mañana).
3. Brochetas de fruta con yogur + bocadillo de jamón.
Esta idea también se puede aplicar a la hora de la merienda, ya que estos tres grupos de alimentos son los que se recomiendan que estén presentes a media tarde (ya sean los 3 o sólo 2).
Todo dependerá del resto del día y también de la energía que se precise. Por ejemplo, los niños con actividades deportivas extraescolares deben asegurarse una merienda completa. Una buena opción para las meriendas es también un puñado de frutos secos (25g).
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